Con la explosión del turismo en Mérida, muchos inversionistas creen hallar oro. Lo que no se prevé es cómo la economía local podría sobrecargarse frente a la afluencia turística. El atractivo de propiedades en renta promueve precios inflados, y los costos de vida podrían hacer tambalear a los residentes de toda la vida.
Mérida no solo ha capturado la atención de turistas ansiosos por playas y cultura; se ha convertido en un bastión para nómadas digitales. Aunque esto parece un horizonte ideal, la demanda por espacios de trabajo ha incrementado aún más los precios inmobiliarios.
Los servicios turísticos han hecho ganar a la ciudad renombre y capital extranjero, pero también han complicado las dinámicas económicas. Los residentes se enfrentan a una inflación no esperada. Estos fenómenos sociales, mal gestionados, podrían transformar la percepción de Mérida.
Los compradores deben tener en cuenta si esto es sostenible. Fluctuaciones económicas, que no se contemplan al inicio, podrían cambiar radicalmente el atractivo de una propiedad. Y para aquellos todavía de pie en la encrucijada, un último dato pero no definitivo sugiere que hay muchos más secretos por descubrir.