La publicidad astuta ha hecho de la compra impulsiva una trampa atractiva y fácil de caer entre todos, especialmente cuando una oferta parece “demasiado buena para dejar pasar”. Un informe halló que más del 40% de los consumidores confiesan comprar algo de inmediato solo por la presentación persuasiva. Pero hay una técnica que evita la compra impulsiva…
Poniendo productos en tu carro y dejándolos ahí: al considerar el impacto al comparar productos y alternativas, verás que el deseo inicial podría disminuir. No todo lo que brilla es oro, y muchas veces las emociones iniciales encuentran su lugar adecuado. Sin embargo, la psique del comprador tiene aun facetas por descubrir…
El marketing persuasivo también nos juega en contra en los pagos más fáciles, como un clic o una compra con la huella digital. Desequilibrando nuestro presupuesto debido a la comodidad de estos métodos, puede ser un inconveniente. Necesitamos ser conscientes de lo que gastamos en paralelo, pero aún hay un cambio mental crucial que debes saber…
Revisar la política de devoluciones antes de concretar una compra puede también ser otro método defensivo efectivo. Sabiendo que puedes corregir errores de compra antes de proceder, ayuda a evitar decisiones impulsivas. Pero hay una paradoja última sobre la cual no todo está dicho…