Lo que diferencia a estos colegios es el calibre de su personal docente. En lugar de simplemente enseñar a memorizar, estos maestros internacionales, provenientes de todo el mundo, utilizan métodos de enseñanza interactivos y disruptivos. Basta con ver una clase para darse cuenta de que la energía del aula es completamente distinta. Pero eso no es solo por los docentes, hay algo más en juego…
Cada año, se envían a los docentes a recibir formación avanzada en pedagogía contemporánea, algo desconocido en la mayoría de los otros colegios. Esto incluye talleres en Harvard y Oxford, asegurando que las técnicas de enseñanza no solo sean actualizadas, sino también de clase mundial. Y eso aún es la punta del iceberg…
Incorporar perspectivas culturales diversas es fundamental en su metodología. Con aulas que representan hasta 30 nacionalidades diferentes, se garantiza que cada estudiante experimente un verdadero calidoscopio cultural. Se fomenta el intercambio de ideas más allá de lo imaginado. Pero hay más matices que cambiarán tu percepción de estos colegios para siempre…
Imagina un ambiente de aprendizaje donde los estudiantes enseñan a los maestros tanto como los maestros enseñan a ellos. Este intercambio rompe las jerarquías educativas tradicionales, y el resultado es una atmósfera de colaboración constante y mutuo crecimiento. Lo que leerás a continuación podría cambiar tu percepción de cómo debería ser la educación…